Vivir así…

Vivir así es más que sentir tristeza, melancolía y deseos de llorar. Es una forma de apreciar y sentir el mundo que rodea… Levantarse por las mañanas oscuras, el sueño encadenado a la cama, correr sin dirección, abrazar para sentir que se abraza al aire, pararse en la plaza viendo la soledad, gritar sin ser escuchado, y llorar por un muerto que no está muerto. A eso se le llamo vivir en el infierno mismo.
Quizás en este mundo cruel y sobre todo egoísta, que nos explota y nos deshumaniza; no exista una persona que no tenga un problema. Llámese económico, social, emocional, sexual e incluso espiritual. Todos estos problemas sumados al estrés de la cotidianidad, nos pueden llevar a desarrollar problemas de salud física y mental. Que al final lo que logran es la infelicidad de las personas, la lucha por el bienestar resulta entonces desvanecida e inconclusa. ¿Será que estos problemas que nos agobian no tienen solución? ¿O, la solución sea la medicina, la psicoterapia, o en el peor de los casos el suicidio…?
La falta de escucha, la perdida de la convivencia familiar, la forma como comunicamos y la violencia de todo tipo, son elementos que afectan en la forma como nos interrelacionamos (las personas con otras personas), e intrarelacionarmos (como se trata la persona a sí misma). Las heridas que con el tiempo salen de nuevo, aquellas heridas que parecen haber sanado, pero sin embargo aparecen en el presente y se vuelven parte de ti; como cuando tu mejor amiga te llamó fracasado, porque no entrabas en el tipo ideal de joven que la sociedad construye; quizás te recuerde cuando tu padre te llamó de la misma forma, porque no habías logrado el primer lugar en tu escuela. O cuando por las noches te asusta la oscuridad, eso te recuerda que de niño tenías una abuela que tenía trato con dios y nada te pasaría. Hoy te da miedo porque ya no la tienes. Esas cosas que pasaron y que quedan guardadas en tu mente… escuchar todos los días esos críticos internos que atacan como si estuvieran en plena guerra, y cuyo propósito fuera terminar contigo.
Las respuestas a esas angustias y preocupaciones nunca estuvieron lejos… quizás ni menos de un centímetro, siempre están en uno mismo. Basta con poner atención en el cuerpo, en la sensación corporal, lo que se conoce como sensación con significado, que es diferente de los sentimientos y emociones, pero que sientes que tiene que ver con tu problema como una totalidad. Aprender a reconocer la sensación sentida te ayudara a descubrir el por qué te duele, alegra o enoja algo que pasó, te ayudará a tomar la mejor decisión. También, te ayudará a visualizar ese niño o niña que está dentro de ti, y te dirá que debes darte para estar mejor. Cuando te encuentres en una situación difícil, dudosa o simplemente quieres entender que te pasa, concéntrate, haz una pausa y escucha a tu cuerpo.
No contamines tu vida con cosas que no tienen valor. Escuchar a menudo a las personas que te rodean, pero escuchar despojándote de los prejuicios, sin etiquetar y sin juzgar.
El mejor regalo que puedes darte y darle a las personas no consiste en cosas materiales ni económicas. El mejor regalo es el amor….el motor que da fuerzas para emprender los cambios que tu vida necesita.
Carlos Monge
Estudiante de Focusing
El Salvador
Be the first to comment.