“2020 un año que se hizo escuchar”

La pandemia nos llegó para recordarnos el tejido vinculante del cual todos los seres somos partes, un respiro tuvo el planeta paralizándose la sobreexplotación que los seres humanos hacemos de la madre tierra. La que maternalmente nos sigue alimentando y sorprendiéndonos con su ternura.
En cuarentena todas las personas súbitamente nos tuvimos que experimentar en otra rutina, en casa, pasando tiempo con la familia y observando nuestro cuerpo que nos mostró los patrones aprendidos frente a otras experiencias de encierro, angustia y ansiedad antes vivenciadas.
En El Salvador un grupo de amigos entrenados en saber escucharnos y acompañarnos hemos estado entendiendo el Focusing o el enfoque de una manera más profunda y sencilla a la vez. Con mucho amor hemos sido acompañados por Beatrice Blake en este viaje, un grupo de salvadoreños nos antecede el cuál gracias al espíritu de Melba Jiménez fueron y son los pioneros en que esta conciencia de escucharnos llegará a este pequeño país.
Eduardo, Heazel y Juan Carlos terminamos nuestra formación en el 2018 y gracias a la donación de una colaboradora estadounidense fue posible que participáramos en el Weeklong o semana larga de Chile 2019: donde nos certificamos como “entrenadores de enfoque-Focusing”, Ricardo nos acompañó en esta aventura y definitivamente sin sus dones y cuidados la experiencia no hubiera sido la misma.
¿Cómo surgió el grupo de escucha del miércoles por la noche?
Nos fuimos dando cuenta que todos y todas estábamos pasando muchos sentires y que se nos activaban otros similares de otras épocas vividas en casa, en la guerra civil de los 80 y en este tiempo de inseguridad que hemos y estamos viviendo en El Salvador.
Heazel Martínez escribe al respecto: “Este grupo de escucha en línea fue una iniciativa de mis compañeros entrenadores de Focusing, Juan Carlos Hernández y Eduardo Esquivel, mi hermano Ricardo Martínez, practicante de Focusing y yo. Queríamos ofrecer apoyo durante la pandemia. Acordamos que sería un espacio abierto donde no era esencial que la gente supiera acerca de Focusing. Confiamos en que el proceso se llevaría a cabo de forma muy natural.
Eduardo, recuerda, que fue el estado de alerta de su mismo corazón el que hizo ponerse en marcha, había tenido episodios de ansiedad y taquicardias al mes de iniciada la cuarentena. Ahí se hizo presente el mismo cuerpo donde decía que había que escuchar-se. Fue esa vivencia de alerta donde tomo sentido los caminos y se reencontró con el Focusing. Fue una vivencia creativa donde buscábamos acompañarnos a nosotros mismos, pero con el compromiso de abrir la experiencia a otras personas. Un 28 de marzo del 2020 nos pusimos de acuerdo de encontrarnos para organizar algo… algo lindo estaba a punto de surgir.
Fue la primera sesión, un 8 de abril de 2020, que nos encontramos para escuchar, era como una casa abierta, donde alguien podía llegar, entrar, quedarse, irse cuando quisiera, y volver las veces que fuera necesario. Esa era la intención, ser un recurso en estos tiempos difíciles.
La estructura acordada fue la siguiente:
- Dar la bienvenida al encuentro y acordar respeto a todo lo que surgiera en el espacio, confidencialidad y escucha sin juzgar a nadie.
- Luego nos fuimos rotando entre los miembros del equipo para que al comienzo de cada sesión despejáramos un espacio con todos y todas en el cuarto virtual común.
- Dividiendo al grupo en cuartos a través de zoom cada uno del equipo acompañó a un pequeño grupo de personas que tomando un tiempo prudencial pudieron realizar el enfoque sobre algún tema propio, ayudado por la autoobservación conscientemente de sus sensaciones.
- Cada persona fue acompañada modelando la escucha con comprensión y empatía, sin hacer comentarios, sugerencias o recomendaciones.
- Para cerrar el espacio luego de dos horas retornamos todos al cuarto común donde se comparten “palabras, símbolos, gesto, y/o frase sobre lo novedoso y fresco que nos dejó el ejercicio, muchas veces el solo compartir fue un movimiento-gesto salido de la sensación sentida que invito siempre a dar nuevos pasos en las transformaciones de los viejos patrones”.
- Nos despedimos alegres siempre tomándonos una fotografía para quienes quisieran.
Entre conclusiones y significados de este espacio de escucha compartimos:
- Para mí este grupo de escucha fue sentirme y encontrarme para ser capaz de encontrarme con los demás (Julián Castillo, participante).
- Ahora puedo decir que esta experiencia como facilitadora de Focusing me permitió confiar en la sabiduría de cada persona, este encuentro los miércoles nos ha permitido construir una pequeña comunidad donde nos conectamos para escucharnos unos a otras. Es una delicia ver cómo cada persona se sumerge en una actitud muy receptiva, cerrando los ojos, explorando, reconectando y describiendo lo que hay dentro. Como facilitadores, vamos reflejando lo que están diciendo, dando invitaciones sutiles y siguiendo cuidadosamente el proceso de cada persona que enfoca en su cuerpo, respetando ese ritmo tan único de cada quien. La gente ha estado aprendiendo los movimientos de Focusing sin que los presentemos como una clase, y algunos se han convertido en muy buenos oyentes. Un par de ellos quieren convertirse en entrenadores. (Heazel Martínez).
- Cómo facilitador me sentí maravillado por cada oportunidad de acercarme al alma-cuerpo de cada persona que se abrió al encuentro de sus dolores, sus emociones, inseguridades y recursos. Dejarse conectar con el mensaje siempre nuevo. Hoy entiendo mejor esto de la sensación sentida tan importante en Focusing (Juan Carlos Hernández).
- Para mí signifique el Focusing como parte de mi proceso sanador, fortalecedor y dignificante en mi vida. Fue Luz en mis días, (Guadalupe Morales, participante).
- Lo más significativo para mi es participar en la creación de una comunidad donde se puede escuchar y se puede ser escuchado en un ambiente de cariño y respeto. (Ricardo Martínez, practicante de Focusing).
- Para mí significa un espacio seguro, un encuentro en comunidad y conmigo misma. Un respiro, una pausa, una recarga de energía; significa equilibrio, libertad de verme, sentirme y mostrarme como soy, significa tranquilidad y claridad. Es reaprender a tener empatía conmigo y con los demás (Mercy Aldana, participante)
- Para mí este espacio representa sentirme conectado con mi propósito en la vida, y de la misma manera sentirme conectado con la realidad a través de mis hermanos y hermanas de Focusing, que, con nuestras personalidades diversas, singularidad y esencia única, encontramos como herramienta la escucha para contribuir a un mejor mundo. Uno donde escuche más, se conecte más con otros y otras, y crezcamos de manera pacífica. Abrirnos no solo a la sanación personal, sino a una colectiva. Esa fue la semilla sembrada por Beatrice Blake y Melba Jiménez en El Salvador, y tantas personas de la comunidad internacional de Focusing que se han sembrado; y yo soy un arbusto de esas semillas (Eduardo Esquivel, facilitador).
Escrito por Juan Carlos Hernández y otros miembros de la comunidad de Focusing en El Salvador.
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