Weeklong, Punta de Tralca, Chile 2019

Heazel y Ricardo Martínez, Eduardo Esquivel, Juan Carlos Hernández.

Un niño jugará en una alameda
y cantará con sus amigos nuevos
y ese canto será el canto del suelo
a una vida segada en La Moneda.

Yo pisaré las calles nuevamente
de lo que fue Santiago ensangrentada
y en una hermosa plaza liberada
me detendré a llorar por los ausentes.

Cantautor: Pablo Milanés, Cubano.

Un mar me resuena por dentro, una inmensa gratitud me acompaña. Rostros, sonrisas, abrazos y miradas expanden hoy mis memorias; y mi estómago agradecido sede pleno y seguro de estar en comunidad.

¿Cómo llegamos al Weeklong?

Después de volar y esperar muchas horas llegamos a Santiago de Chile plenos de emoción y agradecidos de ser parte de esta fiesta, nuestra primera tarde la dedicamos a visitar el museo de la memoria y los derechos humanos, ahí nos fundimos en el recuerdo del pasado comúnmente doloroso entre nuestro país y Chile, el fuego, los cientos de rostros, las muestras de solidaridad, el exilio nos traspasó los cuerpos y sus memorias. Un lugar diseñado con cariño al recuerdo de tanta vida nos dolió y al mismo tiempo nos permitió soñar que un día también nosotros podremos honrar a los miles de desaparecidos y los miles de muertos en la guerra de los 80´s con un lugar similar a este visitado con el que entrabamos a nuestra estancia en Chile. Indudablemente fue una experiencia que nos ayudó a entrar en contacto con muchas sensaciones que luego nos permitirían abrir nuestra percepción durante el evento del weeklong.

Gracias a la generosidad de la buena cosecha y el compartir pudimos llegar cuatro miembros de la comunidad de Focusing El Salvador, no podría ser diferente pues hoy al finalizar el weeklong; podemos decir gracias por permitirnos experimentar un espacio de amor, generosidad, seguridad y de cambio.

Gracias al amor de nuestra facilitadora del proceso de formación Beatrice Blake, quien con tanto amor y afecto nos ha dedicado años para compartir sus conocimientos, su vida y transformaciones. Honramos hoy su tiempo y paciencia para respetar nuestra cultura, idiosincrasia y juntos hemos podido haber llegado a este gran triunfo de certificarnos, participar y sentirnos CUERPO-FOCUSING con otras personas focuseras.

Gracias al espíritu de Melba Jiménez, nuestra primera focusera en El Salvador quien con su vida y su pasión nos inspiró a incorporar el focusing como estilo de vida, agradecemos a su nueva manera de estar y honramos su vida diciendo que el focusing vino para acompañar personas y grupos en sus procesos de transformar la vida y el ser social, para que los dolores y traumas puedan ser vistos como oportunidades de cambio.

Llegamos en comunidad, que busca desde las sensaciones y memorias honrar y resignificar para escuchar lo vivido, tocando el cuerpo adolorido y los cambios de la vida. Consideramos que el focusing nos permite tener una clara posición política en la vida, saber quiénes somos honrando la vida toda y asumiendo nuestro compromiso de aportar a una sociedad más humana y fraterna.

¿Qué encontramos en el Weeklong?

Nuestra comunidad salvadoreña paso al encuentro Latinoamericano, recibidos por el amor de los Peruanos, Bolivianos, Uruguayos, Argentinos, Brasileña y Chilenos. Poder fundirse en abrazos, risas, memorias comunes, chistes y bailes comunes y diferentes, nos pudimos sentir en casa con la belleza del océano y las pláticas ancestrales en y desde el fuego, los poemas compartidos y la complicidad en la diversidad que caracteriza la gran patria Latinoamericana.

 La complicidad en el gozo y la escucha se rindió sin fronteras con sentires lejocercanos , diversos y similares con focuseros de Finlandia, Israel, Alemania, Canadá y Estados Unidos. Los tiempos se estiraron para compartir desde el alma las historias de los pueblos, la familia y la alegría de este encuentro postergado y finalmente realizado.

Amistad y alianzas importantes dentro de una comunidad que extendió sus amorosos brazos y nos tomó dentro de sí para pertenecer, un contacto importante con aquello que no es común a todos y todas; nos brindan la certeza de la hermandad humana desde ese centro común para todos que es la sensación con significado. Un campo fuerte de energía cálida y amorosa que permite el intercambio sin reservas de experiencias y vivencias desde la diversidad.

El camino del tiempo, que fue narrado con tanta emoción nos reveló la complicidad del amor y las decisiones de nuestra actual directora del TIFI Catherine Torpey y nuestra formadora Beatrice Blake desde nuestra tierra cuzcatleca. Honramos este tiempo de ver el desarrollo de focusing en un momento maravilloso y que desde el borde fue asumido por un espíritu femenino y con sabiduría acompañado para poder llegar hasta este momento actual.

La historia de un Gendlin de origen judío, nos estremeció y como -desde el borde- en plena guerra y angustia a través de la situación con sentido, el niño Eugene incorpora este legado para dejarse-permitirse guiar hacia la incierta-seguridad. Honramos a Eugene Gendlin y su espíritu quien se comparte hoy con todos y todas quienes somos focuseros y focuseras en el mundo. Y a modo de una gran familia recorremos una y otra vez su historia.

¿Qué aprendimos?:

Practicamos el poder escucharnos desde el corazón, con la empatía de vibrar desde cada célula en la mirada y sentir del otro-a, creando un cuerpo-lenguaje reflejando desde las entrañas el misterio de ser únicos, diferentes y ser uno a la vez. La inmensidad del océano entro en nuestras cuevas y los idiomas reflejados sonaron en la ancestralidad común del lenguaje de este cuerpo-tierra que nos abraza como madre, las lágrimas, miradas, suspiros y sonrisas fueron fundiéndose en el abrazo de estar en el lugar borde-misterio y entonces sí, todo nos ha permitido experimentar un nosotros fresco, renovado, seguro y feliz de ser y estar.

Hemos tenido la oportunidad de comprender-ver el trauma como un lugar de oportunidades y cambio. Descubrimos que todos y todas tenemos traumas diversos y también que nuestra sociedad es una sociedad traumatizada:

– Que no se ha trabajado el trauma vivido en los 50 años de gobiernos militares en El Salvador. División y desamor esperan ser vistos y hablar de sus múltiples oportunidades.
-Los traumas de la violencia vivida en la guerra de los 80’s, el enemigo no visto dentro de cada uno-a y la oportunidad de abrazarnos para visualizar metas comunes.
-Los traumas de la violencia ideológica-partidiaria actual. La violencia de las pandillas y la desigualdad que aún perdura. Violencias que son hijas, hijos, nietos y niestas de estos algos no vistos, de estos no sé que todavía nos sacuden.

-Tocamos un lugar sagrado desde el cuál cruzamos las heridas y el sufrimiento con los recursos que nos permite ver nuestra vida individual y colectiva. El corazón nos permitió reflejar en el otro-a sus recursos y su humanidad legado para compartir.


La empatía y los límites desde el enraizamiento para que esta necesidad vivida en y desde el cuerpo sea un encuentro saludable.

Aprendimos del modelo polivagal para trabajar las adicciones. La sabiduría de habitar un cuerpo que vive y reacciona a emociones, sentimientos al igual que se equilibra en la descarga energética para dar paso a la vida. Que nuestro cuerpo en sus múltiples partes está vinculado armoniosamente para lograr equilibrio luego de explotar como volcanes a la necesidad de la expresión y la necesidad de ver su material incandescente llegar al agua para convertirse en vapor sanador.

Un lenguaje desde el borde, dejando al cuerpo resignificar los conceptos. La capacidad humana de poder respirar antes de colocar en palabras lo que sentimos y queremos comunicar, un lenguaje que emana desde el respeto del sentir, desde la inseguridad de estar plenamente vivos y listos a los algos que están a punto de cambiar.

Los homegroups, nos permitieron conocernos y construir colectivamente y desde el respeto las diferentes formas de practicar focusing y las diferentes personalidades que lo practican y enfocan. Estos pequeños grupos nos permitieron procesar las miles de emociones ante la delicadeza y riqueza compartida por los coordinadores y ponentes.

Las parejas de Focusing, nos permitieron tocarnos el corazón de manera compasiva, acariciando las historias de vida de cada persona con quien tuvimos el regalo de acompañar y ser acompañado, poder escuchar y poder reflejar, poder empatizar y soltar sonriendo confiados en los regalos que nos ofrecimos.

La certificación, tres de los cuatro que llegamos en nuestro grupo fuimos certificados. La emoción de acompañar con miradas y aplausos a quienes también recibieron su certificación nos habló de la seguridad de una comunidad que ve surgir pilares de sostenibilidad de continuar el camino que teníamos que pisar para recibir el certificado.

Pasar encima de historias, vidas, sueños y realidades fue un momento muy sagrado porque el cuerpo leía en cada paso la oportunidad de honrar a cada persona que ha contribuido con el focusing en 40 años de vida, el legado de acompañar un mundo dolorido,  las muchas alegrías y logros, con muchos recursos y miles de oportunidades marcaron nuestros pies con dolor y amor, por eso pasamos tomando una flor del jardín que focusing ofrece, por eso caminamos, bailamos, miramos, nos recogimos y expandimos hasta fundirnos en un abrazo de agradecimiento por ser reconocidos por la familia grande de focusing, el compromiso se marcó con la sensación sentida de cada persona y la poesía broto como manantiales.

Bailes, fogatas, canto y el trabajo del cuerpo en las mañanas nos permitió celebrar en el invento de movimientos, sonidos, lenguajes que se fundieron en la alegría plena de estar juntos y juntas, de celebrar nuestro cuerpo como oportunidad de construir comunidad, de vivir intensamente el encuentro y los reencuentros en nuestra naturaleza humana, nuestras neuronas espejos reflejaron brillo y amor en cada grito, en cada sonrisa, canto y carcajada de vernos fundidos en un ritmo y un sentimiento único y corporalmente expandido.

¿Qué nos llevamos?

La experiencia extraordinaria de haber visitado un pedacito más de nuestra patria Latinoamericana. Repasar la historia de Chile y el compromiso actual de sus hijos e hijas focuseras y focuseros.
Un fuego interno de devoción y pasión por ese sagrado contacto con nuestras sensaciones con significado. Reverencia y agradecimiento por la divina fuerza de la auto-propulsión que nos brinda una guía fiel entre los entramados caminos de nuestras experiencias y símbolos.

La expandida sensación sentida de haber encontrado una comunidad de personas capaces de ver y construir un mundo desde lo que está a punto de cambiar.

El compromiso de impregnar nuestra sociedad y nuestra vida desde lo implícito y desde las oportunidades que este cuerpo nos da la oportunidad de ser conscientes.

La seguridad de ser capaces de construir una realidad de amar y realización plena del ser humano, respetando las diferencias y la celebración de cada sorpresa por lo que acontece y nos lleva hacia lo sagrado de existir y convivir.

Inclinamos nuestra cabeza para honrar a hombres y mujeres quienes han sentido y escrito desde el borde y hoy ofrecemos una compañía amorosa y empática para ver las heridas, permitir que nos hablen y de la mano de nuestros recursos contribuir a la transformación de nuestro país y de nuestra humanidad.