Del amor romántico al amor con responsabilidad

El amor no se trata de vivir para el otro y hacerte a un lado. Si en tu relación de pareja empiezas a notar que dejas de salir con tus amigas, amigos, ponerte cierta ropa, hacer ciertas cosas por estar bien con él o con ella, algo no está funcionando.
Es bueno notarlo incluso aunque tu pareja jamás te lo haya pedido, porque en ocasiones hay una fuerza poderosa que te hace comportarte y pensar bajo ciertos estándares. Es un sistema que establece ciertas normas de conducta para el actuar de hombres y mujeres. Eso, es el patriarcado, palabra que en algún momento me costó comprender.
Un aspecto del patriarcado es que se enseña a las mujeres vivir para el otro y los otros. Mientras tanto las mujeres seguimos relegadas en un segundo plano. No se trata de competencia, se trata de igualdad en un trato justo y con respeto. Se asume que la mujer cuida de los hijos e hijas, se asume que es ella la que tiene que dejar el trabajo remunerado y/o poner sus sueños a un lado. Se asume y se siguen asumiendo ese tipo de roles. Pero el amor empieza por una misma y eso significa ponerte como prioridad. En este momento cualquiera puede decir que es un pensamiento egoísta, pero, si las mujeres nos abandonemos por complacer a los demás, puede afectar a nuestra salud y bienestar. Eso no es bueno para nuestras familias. Hay que buscar un equilibrio sano.
Las relaciones de pareja tienen que estar en igualdad de condiciones desde el cuido de los hijos, hijas, la casa y otros detalles. La pareja es un equipo embarcado en un mismo proyecto.
Todo ello es posible si de ambas partes se tiene esa capacidad y la voluntad de escuchar al otro con una actitud de apertura y curiosidad. Hay que plantear las necesidades y hablar de los sentimientos para construir acuerdos. Si ello no se logra, siempre existirá ese sentimiento de desventaja, una incomodidad que con los años crecerá y que quizás en muchas circunstancias no terminará en una separación, terminará en una relación opaca, gris, monótona y de desdicha, donde cada uno vivirá una mentira.
Dejemos el engaño y empecemos a vivir relaciones de pareja conscientes, responsables y sentidas, donde la relación es de reciprocidad en un dar y recibir por ambas partes. Todo ello se construye desde el reconocimiento, el amor y voluntad.
Heazel Martínez
Be the first to comment.